Psicología a la inversa
Si quieres que tu hijo haga algo, da el ejemplo o usa psicología a la inversa. Convéncelo de hacer algo que no quiere haciéndolo tú primero o diciéndole que simplemente no lo haga. Verás como, por pura venganza infantil, lo hará rápidamente. ¡Qué dilema hacer que se cepillen los dientes o se tomen un baño!
La competencia (sana) ayuda a que los niños hagan sus deberes y cumplan con lo que les pedimos los adultos. Incentivarlos con premios o recompensas también es muy útil. Como dijimos anteriormente, los chicos nos copian, así que dando el ejemplo y haciéndolo nosotros primero, todo será más sencillo.
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