10. Rompe con lo tradicional
Tomarnos fotografías puede ser una tarea incómoda si estamos aburridos de las poses convencionales o si creemos que no nos sientan bien. Una sonrisa mirando al frente cada tanto puede estar bien, pero también puede volverse una tarea aburrida e insulsa. Atrévete a cambiar a algo más divertido y te sentirás mucho mejor.
Si pruebas relajarte sobre tu espalda y estiras tus piernas y/o brazos, verás como enseguida no tendrás una expresión tan tiesa en tus fotos. Simplemente con buscar una posición en la que te sientas realmente cómodo podrás marcar una diferencia y te divertirás muchísimo más jugando frente a la cámara.
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